Buen día a todos
los presentes, esperando que se encuentren muy bien, mi nombre es Paulina Osses
y soy alumna de 4to medio. Espero que el siguiente discurso los motive.
No son un secreto
las grandes protestas que se han manifestado en el país durante la última
semana, mi intención no es entregarles más cifras, datos, casos, años y más,
sino que hacerles notar nuestro poder.
Muchos aquí somos
nietos de la generación con miedo a protestar, con miedo a hacerse oír, a
quienes le dieron la opción de hablar o recibir una bala en la cabeza, o
desaparecer. Pero permítanme comentarles que todo lo que está pasando demuestra
que esa generación ya está terminando su acto y da paso a nosotros.
El gobierno
durante años ha apretado más y más la educación por un gran motivo: NOS TIENEN
MIEDO. ¿Qué mejor forma de demostrarlo que con militares en la calle tras
protestas iniciadas por alumnos? Sí, alumnos de liceos/colegios, personas como
tú y yo, quizás mayores o menores, a quienes, por cierto, no se les aumentó la
tarifa, pero va mucho allá de ellos, estamos hablando de consciencia de clase y
todas las injusticias sociales que movieron a estos estudiantes.
¿Qué ganaron? A
todo un país gritando, luchando, protestado, haciéndose oír. Estados de
excepción y un toque de queda que no frenó el enojo. Al payaso que tenemos de
presidente le quedó grande el problema porque nos subestimó, falta que nosotros
logremos salir de nuestra burbuja y darnos cuenta del poder que tenemos.
Queridos oyentes,
dejemos de pedir permiso a la generación con miedo, dejemos de preguntar cómo
solucionar los problemas que la misma generación nos dio, hagamos cumplir
nuestro derecho constitucional que debería ser el más importante en nuestra
mente, que es la facultad de protestar. No somos demasiados chicos, no somos
demasiados inmaduros, y por supuesto, no es nuestra culpa, somos la solución
para esa desigualdad a las pensiones indignas, a la salud publica decadente, la
deuda histórica con la educación, a la desigualdad de género y más.
Estamos
escribiendo la historia que tanto buscan censurar y nos toca ser quienes
decidan como va a terminar, recordemos quienes son los verdaderos delincuentes,
aquellos que se creen dueños del agua o de nuestros años de trabajo, no a quien
tenemos al lado.
Lean, aprendan,
estudien, pero que siempre sea con la verdad, es tiempo de dejar de pensar en que los delincuentes son los que salen a protestar, dejemos de creer que los
alumnos gritan solo por perder clases, porque el verdadero delincuente tiene el
título de presidente.
Esto va mucho más
allá de partidos, tendencias, clases, etc. Estamos hablando de derechos básicos
y fundamentales y es nuestro deber recuperarlos. Luchen a su manera, pero
nunca paren de luchar siempre del mismo lado y con la mente siempre en quienes
son los verdaderos culpables.
No permitan más
privatización, no permitan más represión, no permitan que nos pongan en contra
de nosotros mismos, no permitan que la derecha les diga que no es la forma
cuando ellos bombardearon la moneda cuando algo no les gustó, no permitan más el
miedo en las generaciones, pero sobretodo, no permitan que les roben la voz y la lucha, porque éso queda en nosotros.
Disculpen si
durante el transcurso de este discurso me temblaba la voz, pero es rabia, rabia
porque allá afuera hay gente asesinada, torturada, violada y desaparecida, por
ellos no podemos parar, porque aún no hemos ganado nada.
Muchas gracias y
nos vemos en la lucha.
Este discurso fue leído por Paulina, el día Lunes 28 de octubre ante compañeros de diversos cursos en jornada de diálogo escolar respecto a la actual crisis que vive la política Chilena. Como profesor fui uno de los atentos y emocionados oyentes, sus palabras dan cuenta de una persona sensible frente a la injusticia y la inequidad, con conocimiento de la realidad política nacional y con la voluntad puesta en construir una nación y una sociedad más justa para todos y todas.
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