jueves, 22 de mayo de 2014

La insuficiente reforma de Bachelet


Cuál es la transformación curricular de la reforma educacional presentada por Bachelet?, dónde está el énfasis en el modelo de sociedad que queremos construir?, dónde se sitúa la pertinencia territorial?, en cuál artículo está el reconocimiento a nuestra diversidad cultural?, la construcción de un sujeto crítico, capaz de descubrir sus rasgos identitarios, su vocación y su memoria histórica?, dónde queda el análisis crítico a la educación funcional?, al modelo de desarrollo?, la reflexión sobre el propósito objetivo de la labor educativa?, dónde están incluidas las herramientas liberadoras?, dónde quedan las mejoras sustanciales a la labor docente?, la dignificación del profesorado y sus condiciones de trabajo?, dónde están las medidas estructurales para superar la desigualdad?, Bachelet habla de inclusión, pero segrega del debate amplio a todos los sectores sociales en la construcción de un nuevo paradigma, Bachelet habla de reforma, sin embargo, ésta solo se limita al análisis financiero, fiscalizador y a las posibilidades de acceso de los estudiantes al sistema educativo, obviando que educar bajo los mismos preceptos de un modelo político y económico excluyente por definición solo encontrará en la educación otro indicador más de las condiciones de desigualdad en las que ha "crecido" este país de unos pocos. Bachelet busca ampliar la cobertura del sistema educativo desde las mismas salas cuna, socavando una vez más la presencia de la familia no solo en la educación de sus hijos, sino en la posibilidad de fortalecer los vínculos y la construcción de lazos afectivos. El Gobierno sabe que la mejor herramienta de control social es la educación estandarizada, reproducir a través de cada ciudadano un modelo de sociedad que siga garantizando la hegemonía del Estado sobre las libertades individuales y los intereses productivos del mal llamado "desarrollo". Nuestra clase política, la oligarquía Chilena, la academia rastrera y funcional, las transnacionales y el aparato institucional, saben que la Educación puede transformarse en la punta de lanza de los movimientos sociales, ésos que lideran hombres y mujeres divergentes, que son capaces de romper estructuras desde las aulas y que en definitiva resisten con valentía, exigiendo que las miradas de cada territorio y comunidad sean parte de la construcción del país que anhelamos. Que el acceso a la educación sea un derecho garantizado por el Estado, es un gesto de reparación en una sociedad socavada por el mercantilismo instalado en la dictadura y que tan prolijamente ha sido administrado por cada uno de los gobiernos que le han sucedido, no obstante, la reforma deja vacíos propios de una estructura urdida una vez más por tecnócratas cuidadosamente seleccionados y no por el debate amplio, donde la comunidad educativa, estudiantes, profesores, trabajadores de la educación y familia necesariamente debe ser considerada.