En febrero del 2015 el proyecto de la central termoeléctrica
de ciclo combinado “Los Rulos” ingresa al sistema de evaluación ambiental,
amenazando la ciudad de Limache y otras comunas cercanas que pasarían a ser
parte de su área de influencia. Limache
y Olmué son comunas con una larga tradición productiva ligada a la pequeña
agricultura y al turismo, además de estar emplazadas en la reserva de la
Biósfera La Campana-Peñuelas, sin embargo, sin considerar la vocación de
desarrollo local y el patrimonio natural en el que conviven miles de ciudadanos
del valle de la campana, el Estado de Chile planea convertir a estas apacibles
comunas de la provincia del Marga Marga en un nuevo polo de desarrollo
energético. En ése entonces los vecinos de
Limache se encontraban organizados en resistencia a la carretera eléctrica LT
2X500Kv Cardones Polpaico, la más extensa jamás construida en el país con las
torres de alta tensión más altas de Latinoamérica. En frentes paralelos ambos
proyectos, uno de generación, otro de transmisión energética cuentan con el
patrocinio y la benevolencia de un Estado que privilegia los intereses de las
empresas, por sobre los de la comunidad y su derecho a vivir en un medio
ambiente libre de contaminación. La estrategia de marqueting de la empresa Ic
Power no logró posicionar su termoeléctrica entre los vecinos de Limache, esto
muy a pesar de las lógicas clientelares que con el respaldo del Alcalde Daniel
Morales vinculó a algunas instituciones locales con los “aportes” entregados
por la titular de Los Rulos. Esto pudo ser posible gracias a un protocolo de
acuerdo firmado por el Municipio de Limache y la empresa con la finalidad de
mediar entre aquellas organizaciones que le “solicitaban todo tipo de aportes”.
Recientemente la Contraloría decretó que este acuerdo era ilegítimo ya que no
es pertinente con el rol que le corresponde al Municipio durante el proceso de
participación ciudadana. El ex Ministro
Máximo Pacheco cada vez que defendía la construcción de Cardones Polpaico lo
hacía argumentando que su principal objetivo sería servir como vía de
transmisión de energía proveniente de fuentes renovables no convencionales, sin
embargo, el primer proyecto con intenciones de colgarse de esta red es una
termoeléctrica, que no califica ni para los supuestos fines argumentados por
Pacheco, ni mucho menos para instalarse en la reserva de la biósfera. Lejos de mitigar el descontento y la
indignación, la ciudadanía se articuló, se organizó, gestionó los apoyos
técnicos y presentó consistentes observaciones con el propósito de imposibilitar la aprobación de la termoeléctrica los rulos. Así como lo hizo
la ciudadanía, también lo hicieron las reparticiones públicas y las seremías
relevantes en la valoración de la termoeléctrica, en particular
salud y medio ambiente, quienes apegados al artículo 15 bis de la ley 19300, argumentan que “de no existir información relevante y/ o
esencial” que permita una adecuada evaluación del proyecto y por consiguiente entregue garantías a la salud de las comunidades y los ecosistemas, el
proyecto debe ser rechazado y retirado del sistema de evaluación no pudiendo
ser subsanado mediante aclaraciones, rectificaciones o ampliaciones, no
obstante las advertencias de ambas seremías (Salud y medio ambiente) fueron
obviadas por el servicio de evaluación ambiental, ente administrativo, NO
técnico, que infringiendo la norma, cuestiona las observaciones de los
referentes técnicos en materia de salud y medio ambiente, sugiriendo finalmente
al comité evaluador que este proyecto debe ser aprobado por cumplir con todas
las normativas exigidas. Algunas de las observaciones de la seremi de salud
apuntan al consumo de 310 mil litros de agua en una zona con prolongada escasez hídrica, la emisión de material particulado de 2,5 y 10 micras, la modelación
inexacta de la dirección de los vientos y la falta de caracterización química
del componente de sus emisiones. Finalmente el día 6 de Febrero del presente
años en un acto al que se restringió el libre acceso a la comunidad, el comité
evaluador vota unánimemente a favor de aprobar la termoeléctrica Los Rulos,
curiosa y tristemente con el voto a favor además de las dos Seremías que en su
momento rechazaron el proyecto argumentando que este no tenía opción de ser
subsanado. Curiosamente fue la misma seremi de salud la que a pesar de su
férrea oposición al proyecto en el momento de votar a favor, sugiere al comité evaluador aprobarlo con
condiciones, las que en definitiva son exigir a la empresa un plan de
compensaciones de un 10 % sobre la emisión de 108 toneladas de material particulado y
el establecimiento de cinco estaciones de monitoreo en norma, además de limitar
el uso de diesel a solo 20 días al año, esto último considerando que la empresa
perdió la licitación del gas y en lo inmediato no puede asegurar su suministro.
Las organizaciones sociales se han articulado y fortalecido en toda la
provincia, presentado reclamaciones ante el SEA y recursos que buscan invalidar
la resolución de calificación ambiental que aprobó este proyecto, pero sobre
todo han incrementado la movilización social en rechazo a un Estado que
sostiene su modelo de desarrollo a costa de nuevas zonas de sacrificio que
asumen el lastre del extractivismo voraz instalado en el país como motor de su
economía.
Joel González Vega
Activista
Vocero Campaña Libres de Alta Tensión
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